Por José Calero
Aerolíneas y deuda, dos temas clave en España
19 de junio de 2006
La agenda que lleva Néstor Kirchner a España está teñida, como buena parte de su gobierno, por los números.
Cuando se siente ante José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente argentino espera avanzar con dos cuestiones que le preocupan: la situación de Aerolíneas Argentinas y la deuda de unos 1.000 millones de dólares que el país mantiene con España de la época en que gobernaba Fernando de la Rúa.
Kirchner llevará la firme intención de cancelar esos compromisos con España, aunque no hay demasiadas pistas sobre los caminos que elegiría para hacerlo.
En el caso de la companía aérea, el Estado argentino pretende retomar parte del control que tenía hasta 2002 en Aerolíneas, que era un 5 por ciento, con lo cual podría tener dos directivos y mayor fuerza para controlarla.
Pero, el Gobierno había hecho trascender que ningún acuerdo se podría hacer con la empresa si antes no se alejaba de la compañía uno de sus socios, Antonio Mata.
Por eso, Mata estaría buscando un comprador para su paquete accionario, que asciende a un 30 por ciento.
El comprador podría surgir de dos grupos: el que encabeza Cirigliano y que está a cargo de TBA, o el que lidera la familia Roggio, concesionaria de Metrovías.
El presidente viaja a España acompañado por varios ministros, incluidos Felisa Miceli y Julio De Vido, quienes estarán a su lado cuando el jefe de Estado se reúna con las principales compañías ibéricas, en un encuentro que está organizando la cámara española de comercio.
El presidente se verá con varios de los empresarios que tuvieron a maltraer a Miceli y el jefe de Gabinete Alberto Fernández cuando ambos viajaron a España en diciembre del 2005.
Pero ahora el clima será mucho más positivo, ya que la Argentina emerge como caso exitoso de país que logró superar la crisis, y también cayó bien el llamado a la inversión extranjera que realizó Kirchner en los últimos días.
Son buenas las relaciones del gobierno con Repsol YPF y Telefónica, dos de las compañías españolas con mayor presencia en la Argentina.
Y si bien existe algo de tirantez en la actualidad, creen que también se llegará a buen puerto con las negociaciones que ser realizan con los accionistas españoles de Aerolíneas para aumentar la participación del Estado argentino en la compañía y, en una segunda etapa, posibilitar que un grupo local (¿será TBA?) ingrese con una participación en la empresa.
Otro tema que Kirchner tocará con el gobierno español será la preocupación argentina por las trabas que están teniendo cargamentos argentinos de soja en puerto ibéricos, a partir de presentaciones judiciales realizadas por la multinacional Monsanto.
La compañía norteamericana mantiene una puja histórica con el gobierno argentinos por el cobro de regalías en la soja transgénica, y por eso trata de frenar embarques en puertos europeos.
Por eso, Kirchner le transmitiría a su par español la posición argentina contra de los embargos solicitados por la compañía con sede en Saint Louis, a los buques cargados con soja genéticamente modificada.
Kirchner también firmará con Rodríguez Zapatero el "Tratado de Asociación Preferencial" que ya rubricaron Chile y Brasil.
Pero la ambición de máxima del presidente es traer el compromiso de fuertes inversiones por parte de compañías españolas.
Igual, se esperan algunas señales de empresas europeas pidiendo mayor seguridad jurídica a la administración Kirchner, como paso necesario para destrabar la llegada de más capitales al país que permitan sostener el crecimiento.
Justamente, ese sostenido nivel crecimiento, del 8,6 por ciento en el primer trimestre del año, representó un alivio y entonó al gobierno para los meses que vienen.