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21 de noviembre de 2024
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Por José Calero
Gobierno busca replicar Vaca Muerta en otros sectores
Macri aspira a que los cambios en el convenio laboral para atraer inversiones a ese megayacimiento tengan su correlato en otras actividades. Ambiciosa jugada en un año electoral complicado
13 de enero de 2017
El acuerdo para destrabar las inversiones en Vaca Muerta, el megayacimiento no convencional que puede cambiar el futuro energético de la Argentina, pretende ser utilizado por el gobierno como "caso testigo" para otras actividades, en una jugada audaz y riesgosa en un año electoral. En el convenio anunciado hoy fue decisiva la relación entablada entre Mauricio Macri y el jefe de los petroleros, Guillermo Pereyra, sellada con un simbólico abrazo en el Salón Blanco.

El presidente considera a Pereyra un "ejemplo a seguir" por parte de otros sindicalistas para poner a la Argentina proa al nuevo mundo que viene, donde se deberán explotar los recursos al máximo y existirá una competencia feroz para acceder a mercados.

A contramano de lo que piensan muchos dirigentes sindicales, como el combativo camionero Pablo Moyano, Macri cree posible convencer a más gremialistas sobre las bondades de "ceder un poco para que todos ganen", y allí "competitividad" será la palabra clave.

Pero habrá que ver si el modelo Vaca Muerta, con todas sus especificidades, es un ejemplo adecuado para convencer por ejemplo a trabajadores de los sectores denominados "sensibles", como textiles, calzado y juguetes, de que hacen falta modificar convenios suscriptos para otras épocas, en las que el factor China no era tan gravitante.

Por lo pronto, el sindicato textil ya mostró los dientes y enseguida salió a denunciar que quieren despedir a 500 obreros en el sector, en el marco de la crisis de Alpargatas.

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, se anota entre los más entusiastas en el gobierno de que se puedan encarar cambios en sectores de mano de obra intensiva para empezar a solucionar los históricos problemas de productividad que tiene la Argentina.

"Si quieren llevarnos a un modelo estilo China, que no cuenten con nosotros", replican entre los gremios más duros, que se preparan para manifestar su rechazo.

Pero hay sectores en los que trabajadores pueden empezar a convencerse de que para ganar la guerra de la subsistencia será necesario resignar algunas batallas.

Es el caso de la electrónica de Tierra del Fuego y, tal vez, también lo sean finalmente textiles, calzados y juguetes. O al menos eso creen cerca de Triaca.

Petroleros es un sindicato que lideró varias protestas en los últimos años, algunas de alto impacto, pero ahora sus líderes y los propios trabajadores parecen haberse convencido de la necesidad de algunos cambios, a partir de las potencialidades que ofrecen los hidrocarburos no convencionales.

Antes de anunciar el acuerdo, Macri le pidió a las empresas una prueba de amor. Las petroleras respondieron con la promesa de 5.000 millones de dólares de inversión este año y le dijeron que, lejos de despedir, habrá planes concretos para incorporar personal, aunque tal vez no en lo inmediato.

El mercado recibió el acuerdo con los brazos abiertos, y los papeles de YPF se dispararon casi 30% en dos jornadas.

Esas acciones no sólo suben por el acuerdo petrolero, sino también porque los expertos vaticina un crudo rumbo a los 60 dólares hacia fin de año.