El objetivo es garantizarse la gobernabilidad para cuando llegue la hora de introducir reformas de fondo, muchas de las cuales tendrán costo político, como la devaluación, el alza de tarifas y el ajuste en distintas áreas del Estado
En su primer discurso como presidente, Mauricio Macri evitó hoy dar definiciones de fondo sobre la economía, convencido de que primero debe concentrarse en cambiar el clima político de confrontación y construir alianzas con sectores que no lo votaron. El objetivo es garantizarse la gobernabilidad para cuando llegue la hora de introducir reformas de fondo, muchas de las cuales tendrán costo político, como la devaluación, el alza de tarifas y el ajuste en distintas áreas del Estado.
Esa es la primera interpretación que surge tras escuchar a un presidente que prefirió enviar señales de acercamiento a distintos sectores políticos y gobiernos del exterior, al hablar ante la Asamblea Legislativa.
Macri omitió dar las definiciones que inversores y consumidores están esperando sobre cuestiones centrales como inflación, dólar e inversiones.
La letra chica de las medidas económicas ya está siendo analizada por el equipo económico, en especial por el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, y el futuro presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.
Deberán enfrentar un escenario desafiante en materia económica, que puede incluir devaluar, liquidar el cepo cambiario e intentar captar la mayor cantidad de dólares posible para reanimar las reservas del BCRA.
El objetivo es diseñar un nuevo escenario cambiario y monetario para crear las condiciones capaces de permitir retomar el crecimiento económico y enfriar la inflación.
Los expertos consideran necesario contar con reservas líquidas de libre disponibilidad para atenuar una escapada del dólar y a su vez controlar el excedente de pesos mediante un alza de tasas de interés.
El gobierno ya busca créditos de otros bancos centrales, planea una emisión de deuda y fomentar la liquidación de granos por parte del campo, y ganar tiempo hasta concretar el esperado acuerdo con los fondos buitre.
Mientras la estrategia de fondo empieza a definirse, Macri buscó dar un mensaje de unidad nacional y llamó a terminar con "años de enfrentamientos inútiles".
Quiere ponerle un final a la etapa kirchnerista para abrir otra que permita construir sobre consensos mucho más amplios.
Por eso, en lugar de enfrascarse en los vericuetos de la economía, Macri apuntó a objetivos más amplios: "Un país unido en la diversidad", pidió el flamante mandatario, una frase que coincidió con el llamado a la unidad y a dejar en segundo plano los "ideologismos", que hicieron las principales cámaras empresariales.
"Pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unión de los argentinos", resumió Macri sobre sus principales objetivos, pero sabe que esas metas serán necesarias pero no suficientes.
Necesitará encaminar rápido una economía en terapia intensiva, necesitada de dólares, con una inflación en crecimiento y una pobreza que afecta a un tercio de la población.