A Néstor Kirchner le gusta decir que en diciembre del 2007, cuando termine su mandato y, supuestamente, se vaya a su casa, quisiera anunciar anunciar que la Argentina "salió del infierno".

¿Qué es el infierno para Kirchner? La hecatombe económica sin precedentes que sufrió la Argentina y que dejó en la pobreza a millones de personas.

Pero tanto dato positivo en la economía está haciendo replantear esa definición en el propio gobierno, y varios funcionarios ya se empiezan a plantear si no será hora de
adelantar los tiempos, dejar el infierno atrás y hablar de lo que viene.

No todo es un lecho de rosas, ya que el escenario económico internacional favorable a la Argentina no durará para siempre y habrá que estar preparados para el día en que los precios de los commodities se vengan a pique.

El día en que las condiciones internacionales se den vuelta, será muy difícil mantener el superávit fiscal y reemplazar con fondos públicos la escasa presencia de inversión privada, como viene ocurriendo hasta ahora.

Pero mientras ese día llega, varios funcionarios empiezan a pensar en una segunda etapa que apunte a la consolidación del crecimiento.

La ministra Felisa Miceli ya comenzó a trabajar en lo que viene, y le apunta a dos frentes.

Por un lado el diseño de un Plan Productivo Nacional que se basará en cuatro pilares: inversión, financiamiento, competitividad y exportaciones.

La idea es tener listo ese programa de largo aliento a mediados del año próximo.

Por otro, comenzar a explorar el armado de una estructura de intelectuales que le dé sustento teórico a un entramado político que incluiría la por ahora no explicitada ambición de recalar en algún cargo ejecutivo.

¿Acaso Felisa empezó a imaginarse un futuro político como la primera jefa de Gobierno de la Ciudad? ¿Cuánto influye su cada vez más poderoso marido Ricardo "Pacha" Velazco en todo este armado?

Es muy pronto para saberlo, pero lo que está claro es que la bonanza económica está dando aire a varios funcionarios para pensar en el largo plazo, algo que hace unos años era impensado en la Argentina.

Por ahora, Felisa quiere armar un equipo de especialistas que salgan a dar batalla en todos los frentes, incluidos los medios de comunicación.

La razón: cree que a pesar de que el modelo de los 90 colapsó, todavía muchos de los economistas defensores de la desregulación y la apertura indiscriminada siguen teniendo ascendencia sobre la opinión pública.

Por eso encabezó el lanzamiento de la Fundación Utopías, un "think thank" de economistas y dirigentes que promete hacer olas.

La ministra considera que la gran discusión que viene será cómo redefinir la distribución regresiva del ingreso.

Y en esa agenda se incluirán políticas de ingreso, de acuerdos de precios, concertación con los sectores privados y la posibilidad de armonizar y defender los intereses generales por encima de los particulares.

Por eso, la ministra arengó a los intelectuales de la fundación a defender la política del gobierno que, según ella, permitirá seguir generando empleo y hacer desaparecer la pobreza y el desempleo.

Por ahora, Néstor Kirchner está muy conforme con las autoridades económicas de su gobierno.

Sabe que el rumbo económico desempeñará un rol clave el año próximo para mantener la estabilidad de las principales variables, y por ello ordenó salir a apuntalar tanto a Miceli como al titular del Banco Central, Martín Redrado.

No le proporcionan la misma tranquilidad sectores como los sindicatos, capaces de estropearle la fiesta, como quedó demostrado con el bochorno de San Vicente el 17 de octubre.

Ese día, apesadumbrado, Kirchner llegó a decir que ese escándalo podía costarle un millón de votos al gobierno, pero esa visión alarmista parece haber mutado de la mano de la catarata de datos positivos que se sucede semana tras semana.

IDEA

El tradicional Coloquio de IDEA de los próximos días generó ansiedad en el sector empresario, y también en el gobierno.

El encuentro ya tiene 800 inscriptos, un número que hace recordar la mejor época de la convertibilidad.

La bonanza económica convenció a muchos empresarios de que debían estar en la cita por excelencia del sector privado que se hará en Mar del Plata.

El principal interrogante para los empresarios es si Miceli aceptará la invitación a participar del encuentro.

Desde IDEA le garantizaron a la ministra que el clima será propicio y no deberá soportar desplante alguno por parte de algunos empresarios que mantienen dudas sobre el actual esquema económico y, en especial, la posible crisis energética.

Como "gesto" hacia el gobierno, en IDEA decidieron no incluir entre los participantes al ex ministro Roberto Lavagna, un hombre muy bien visto entre quienes militan en ese instituto que congrega a los más poderosos hombres de empresa.

Pero nada impedirá que Francisco de Narváez, diputado nacional lavagnista e influyente empresario con participación en medios, vuelva a plantear en ese foro sus críticas por la falta de señales para invertir y una crisis energética "encubierta", como lo hizo en el PreColoquio de Mendoza.

Seguramente, muchos recordarán en este encuentro empresario que la última actividad de Lavagna como ministro, antes de que lo echara Kirchner, fue asistir a este encuentro en noviembre del año pasado.

Allí, Lavagna se mostró distendido y fue el centro de todos los aplausos de los empresarios de IDEA, muchos de los cuales ya sabían que tenía las horas contadas.

A Kirchner le cayó mal en ese momento semejante "herejía" y por eso juró que nunca asistirá a este encuentro empresario, porque a muchos de sus integrantes los identifica con el menemismo.

Habrá que ver si autoriza que alguno de sus muchos funcionarios invitados concurra.