Por José Calero
Una herida abierta para todos los argentinos
3 de octubre de 2009
La posibilidad de que familiares de caídos en la guerra de Malvinas puedan visitar las tumbas de sus seres queridos, 27 años después de un conflicto que es una herida abierta en el corazón de los argentinos, puede servir como un pequeño bálsamo para quienes perdieron a hijos, esposos y nietos en aquella contienda bélica.
Tardó demasiado el gobierno británico usurpador de territorio argentino en aceptar esta justa presencia, pero igual debe ser vivida como un logro de la diplomacia.
Gran Bretaña no está dispuesta a ceder esos archipiélagos tan extraños para sus habitantes, porque representan un enclave estratégico con vistas a las hipótesis de conflictos futuros, ya que poseen recursos pesqueros y petroleros.
Si bien la posibilidad de que alguna vez la Argentina recupere por la vía pacífica lo que por derecho le pertenece aparece demasiado lejana, esta presencia de los familiares en las islas abre una luz de esperanza para una Nación que nunca dejará de reclamar por sus legítimos derechos.