La nueva conducción de la UIA buscará no hacer demasiadas olas hasta las elecciones del 28 de junio próximo, pero su principal demanda al Gobierno luego de ese día será retomar el "rumbo productivista" adoptado en los primeros años de gestión de Néstor Kirchner y que muchos industriales consideran extraviado.

La responsabilidad de transmitir los reclamos de la central fabril recayó en el industrial del sector plástico Héctor Méndez, un hombre acostumbrado a hacer equilibrio en el seno de la entidad más politizada del país y al que fueron a buscar luego de que 5 empresarios rechazaron el cargo.

A Méndez se lo notó algo incómodo con la `papa caliente` que le dejaron, pero dispuesto a asumir con entusiasmo esta nueva "responsabilidad".

Al fin de cuentas, él mismo es dueño de una mediana industria que decidió reinvertir todo su patrimonio el año pasado, antes de que el escenario económico empezara a cambiar en forma dramática.

"Ahora ya está", se sinceró entre sonrisas el nuevo titular de la UIA, al dejar en evidencia que a estar altura no hubiese adoptado el mismo camino.

En la central fabril conviven desde sectores neoliberales que apoyaron con entusiasmo el menemismo -como las petroquímicas- hasta pymes metalúrgicas que apuntalaron con fervor los albores del kirchnerismo y, antes de eso, la devaluación con pesificación
de deudas aplicada por Eduardo Duhalde.

Entre los integrantes del nuevo Comité Ejecutivo hay dirigentes empresarios totalmente enfrentados en materia ideológica, como el secretario de la UIA, José Ignacio de Mendiguren (Textiles), y el vicepresidente quinto, Cristina Rattazzi (FIAT).

Así, Méndez deberá hacer equilibrio para lograr consenso interno con el fin de poder llevar sus reclamos a un Gobierno que de por sí es impermeable a las críticas.

El 29 de junio, ya conocido el resultado electoral, los industriales tratarán de que se retome el rumbo productivista, a su criterio extraviado.

La "agenda" a la que se refirió varias veces el nuevo presidente de la UIA, Héctor Méndez, incluirá tipo de cambio, cuidado del mercado interno y protección ante las importaciones, en especial desde China y Brasil, entre otros muchos temas.

También cómo consensuar un gran acuerdo económico y social que dé previbilidad al sector empresario con el fin de recrear las condiciones para invertir.

Pero, también, los industriales quieren conocer cuál es la estrategia a largo plazo para fortalecer cadenas de valor en distintos sectores de la economía que permitan ganar competitividad y llegar a nuevos mercados.

Mientras esos temas llegan a la "agenda", la puja electoral no pasa desapercibida para la dirigencia de la UIA.

La Junta Directiva, integrada por más de 70 hombres de empresa, está tan dividida con vistas a estas elecciones como, sostienen los encuestadores, lo está la provincia de Buenos Aires.

Hay quienes apoyan al kirchnerismo, otros observan con buenos ojos al peronismo disidente y hasta algunos dejan la puerta abierta a la insólita posibilidad de que una eventual derrota del kirchnerismo el 28 de junio lleve a Cristina Kirchner a renunciar dejando a Julio Cobos en el poder para manejar la transición.