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Por José Calero
¿Habrá plata que alcance?
4 de abril de 2009
Las cifras son estratosféricas y a esta altura casi se perdió la cuenta sobre los `millones de millones` de dólares que Estados Unidos y Europa destinarán a cubrir el descalabro provocado por especuladores financieros que aprovecharon la ausencia de
controles para dejar al mundo patas para arriba.

El Grupo de los 20 promete 5 billones (sí, billones) de dólares hasta el 2010 para alimentar la economía mundial, a esta altura desangrada por el fracaso de `sofisticados` mecanismos que prometían grandes ganancias en poco tiempo y terminaron provocando la mayor bancarrota del capitalismo desde que el mundo es mundo.

El Gobierno norteamericano ya votó planes de asistencia financiera que superan el billón de dólares, entre ayuda para los bancos y las automotrices, entre otros quebrantados por la debacle.

A esto hay que sumarle los cientos de miles de millones de dólares destinados por gobiernos europeos para sus alicaídas economías.

También países menos poderosos pero con inquietudes, como Brasil y la Argentina, anunciaron fuertes planes de obra pública, en el país la promesa es de 100.000 millones de pesos.

La pregunta que desde el sentido común se empieza a hacer la sociedad, y también buena parte de los economistas, es si semejante despliegue monetario tendrá efecto y, lo que es aún más inquietante, qué consecuencia traerá semejante emisión de moneda
sobre el futuro de la economía internacional.

El tiempo dirá si fue acertado `salvar` nuevamente a los bancos para evitar una hecatombe peor, o si otra vez la elite de especuladores internacionales, como los ejecutivos de guante blanco que recibieron jugosos `bonus` a pesar de que sus
trapisondas dejaron a cientos de miles de familias en la calle, no se habrán salido con la suya.

¿O acaso el osado Bernard Madoff es el único que merece ir a la cárcel en medio de este caos financiero mundial?

Cristina busca paz, al menos hasta el 28/6

El Gobierno deliberó en los últimos días sobre el impacto de la crisis mundial en la economía local, con una línea abierta entre Cristina Fernández desde Londres y su esposo y jefe del PJ, Néstor Kirchner.

Martín Redrado, el presidente del BCRA, fue parte de esos contactos, junto a otros hombres del gabinete contados con los dedos de una mano.

La conclusión fue que el nuevo escenario abierto a partir de la decisión del G-20 de jugarse el resto para frenar la crisis favorecerá, inicialmente, a los mercados emergentes, lo cual al país le viene bárbaro cuando faltan menos de tres meses para las legislativas del 28 de junio.

Lo primero que dijo la Presidenta al salir de la sala donde se había acordado el histórico plan contra la recesión mundial fue que lo vivía como una reivindicación por los años en que las potencias "estigmatizaron" a los críticos del neoliberalismo.

En números, el aporte del G-20 se traducirá en un fortalecimiento de las reservas del Banco Central, que el canciller Jorge Taiana estimó en 3.000 millones de dólares.

A esto se suman otros polémicos 10.200 millones de dólares que China puso a disposición de la Argentina para importar sus productos, y que puso en guardia a los industriales locales, temerosos de que la `letra chica` de ese acuerdo termine
fortaleciendo el temido aluvión de importaciones desde la potencia asiática.

El tema fue debatido en el Comité Ejecutivo de la UIA, casi al mismo tiempo que se terminaban de "cocinar" los nombres de la nueva conducción de la central fabril a partir del 14 de abril.

El propio Redrado se comunicó con los empresarios para aclararles los alcances del acuerdo con China, pero persisten las dudas entre la dirigencia fabril.

El titular del BCRA explicó que esos fondos estarán disponibles pero eso no necesariamente implica que la Argentina los vaya a utilizar, y menos para financiar la importación de las competitivas manufacturas chinas.

La UIA se prepara para un tiempo de desafios: Juan Carlos Lascurain, un hombre muy cercano al matrimonio Kirchner, se aleja de la conducción de la entidad y será reemplazado por Héctor Méndez.

La llegada de Méndez nuevamente a la presidencia de la entidad empresaria más politizada de la Argentina -la encabezó entre 2005 y 2007-- se espera será con un tono más exigente hacia las políticas oficiales.

Otro dato despierta especulaciones en la Casa Rosada: los industriales decidieron colocar a José Ignacio de Mendiguren en la estratégica Secretaría de la UIA, desde donde se maneja buena parte de la política de la entidad.

De Mendiguren, ex ministro de la Producción durante el gobierno de Eduardo Duhalde, podría liderar el reclamo fabril para que el gobierno aplique una fuerte devaluación luego de las elecciones del 28 de junio.