Tras las protestas de astros de Hollywood como Tom Hanks, Robert Redford y George Clooney, el sindicato de actores de Estados Unidos (SAG) decidió posponer la votación sobre una nueva huelga, que hubiese afectado a toda la industria.
El principal argumento de quienes se opusieron a una nueva medida de fuerza está vinculado con la crisis global que afecta a los mercados, ya que consideran que un paro de actividades en este momento sería letal para la industria.
En un principio, los 120 mil miembros de la SAG iban a votar sobre una posible medida de fuerza el 2 de enero. Sin embargo, estos planes se toparon con masivas protestas internas. Tom Hanks, por ejemplo, quien junto con otros 130 famosos firmó una carta de protesta, advirtió que una huelga podría ser perjudicial, dada la difícil situación económica. Una huelga debe ser apoyada por al menos 75 por ciento de los miembros votantes.
El convenio de trabajo de los actores de cine con los estudios venció ya en julio pasado. Las conversaciones sobre una prolongación están estancadas desde hace meses. Los actores reclaman sobre todo más dinero de la explotación de su trabajo en internet y en los DVD.