En los sueños de Attilio Di Giovanni, el personaje que interpreta Roberto Benigni en "El tigre y la nieve", todo puede suceder, aunque suceda cada noche lo mismo.
La escena se repite: Attilio entra a una ceremonia nupcial en camiseta y calzoncillos. Él es el novio, su amada Vittoria, la prometida vestida de blanco.
Pero para encontrar las perlitas de esa boda soñada habrá que prestar más atención. Por un lado, la música de la ceremonia corre por cuenta del genial Tom Waits, quien desgrana una melodía sentado al piano con su cascada voz de "crooner" norteamericano.
El cine no le es ajeno al cantautor californiano, quien participó en una docena de filmes anteriores. Algunas de sus intervenciones más recordadas se dieron en "Bajo el peso de la ley", de Jim Jarmusch (en la que también actuaba Benigni), "Drácula", de Francis Ford Coppola, "Ciudad de ángeles", de Robert Altman, y "El pescador de ilusiones", de Terry Gilliam.
Más sorprendente es encontrar entre los invitados a esa ceremonia al poeta italiano Eugenio Montale, fallecido en 1981 y uno de los más respetados escritores de la lengua del Dante del siglo XX. Tomando imágenes de archivo e insertándolas de modo impecable, Benigni logra que el autor de "Huesos de sepia" y "El vendaval y otras cosas" forme parte de su película.
Pero el plato fuerte para la platea local será, sin dudas, la breve aparición de Jorge Luis Borges, quien dedica una sonrisa al paso de Benigni hacia el altar.
Nuevamente, el artificio está maravillosamente logrado y permite que el escritor argentino más respetado en el mundo tenga su pequeña participación en "El tigre y la nieve".