Forest Whitaker fue, como casi todos preveían, quien finalmente levantó la estatuilla dorada al Mejor Actor Protagónico, por su gran perfomance en “El último rey de Escocia”. En ese filme, Whitaker le dio vida a Idi Amín Dadá, el brutal dictador de Uganda que regió ese país en forma sangrienta en la década del 70.
El moreno Whitaker fue la elección de la Academia de Hollywood, que dejó en el camino a los restantes cuatro nominados: Leonardo DiCaprio ("Diamante de sangre"), Ryan Gosling (“Medio Nelson”), Peter OToole ("Venus") y Will Smith ("En busca de la felicidad").
Antes de trabajar con el director Kevin Macdonald en “El último rey de Escocia”, Whitaker ya se había forjado una importante carrera en la pantalla que incluyó filmes como “La habitación del pánico”, “El juego de las lágrimas”, “Ghost Dog”, “Pret-a-porter” y “Bird”, entre tantas otras.
A su vez, Alan Arkin se llevó el premio al Mejor Actor de Reparto por su papel de abuelo en la disfuncional familia que da vida en “Pequeña Miss Sunshine”. El veterano actor neoyorquino es también conocido por sus anteriores papeles en “Gattaca”, “El joven manos de tijera” y “Firewall”.
Arkin competía en esta categoría con Eddie Murphy ("Soñadoras"), Djimon Hounsou ("Diamante de sangre"), Jackie Earle Haley (“Secretos íntimos”) y Mark Wahlberg ("Los infiltrados").