Apenas comieza “Niños del hombre”, el espectador argentino se siente interpelado. Alguien ha pensado en él o, al menos, en su circunstancia. Es que algo crucial, dentro de esta sombría historia de ciencia ficción, ocurre “en un suburbio de Buenos Aires”.
“Hoy, primero de enero de 2021, tres minutos después de la medianoche, el último ser humano nacido sobre la Tierra fue asesinado en un bar de un suburbio de Buenos Aires. Tenía 25 años, dos meses y doce días”. Con estas palabras comienza la novela “Niños del hombre”, de la escritora inglesa P.D. James, sobre la cual está basada la película de Alfonso Cuarón.
En el filme cambian algunos detalles. El año pasa de 2021 a 2027 y la edad del joven asesinado decrece hasta ubicarse en torno a los 18 años. Pero el detalle geográfico permanece. El último ser humano nacido en el planeta fue asesinado en un suburbio bonaerense.
En la película se dan incluso más detalles sobre cómo ocurrió ese crimen que nos parecería normal leer en las crónicas policiales de los diarios argentinos. La víctima, que es toda una celebridad por ser la persona más joven de la Tierra, es asesinada por un admirador que monta en cólera porque le niegan un autógrafo. El homicida también muere. Es masacrado por una turba de vecinos iracundos por la muerte del chico más joven del planeta.
La película se reserva incluso un dato que puede ser leído como homenaje o como ironía. El nombre del adolescente asesino es “Diego Ricardo”, más conocido como “Baby Diego”. Si el filme fuese noruego o japonés este detalle podría pasarse por alto, pero tratándose de una producción británica nadie puede dejar de relacionarlo con Maradona y sus famosos goles contra el seleccionado inglés.