Mazda ya tiene preparada la nueva generación de su monovolumen, que será presentado en Ginebra conservando todos los rasgos que definían la versión actual: siete plazas, apertura de puertas lateral y una amplia configuración de los asientos en el interior. La estética general del coche sigue conservando la misma filosofía, aunque según asegura la marca, han mejorado aspectos como la aerodinámica y se han perfilado mucho más sus formas.

Llama la atención, en especial, la cantidad de nervios que ahora lleva su carrocería y la longitud de éstos a lo largo del lateral (nacen en el paragolpes, pasando por el paso de rueda y se extienden hasta el pilar C).

En la parte delantera, la parrilla de cinco puntas pasa a ocupar toda la altura del frontal y deja de ser dividida como en la generación anterior. De la misma forma, los antinieblas han sido diseñados en consecuencia, más grandes y con mayor superficie sobre el paragolpes.

Lo más importante de momento es que esta nueva generación contará con un motor de gasolina 2.0 DISI que, aunque no sabemos la potencia (en el Mazda 3 da 151 cv), irá acoplado a una transmisión de seis marchas y a un sistema start-stop para ahorrar combustible.

Con respecto al actual 2.0 gasolina (el cual da 146 cv de potencia), la diferencia será que el nuevo cuenta con inyección directa y que el nivel de emisiones se ha conseguido reducir un 15% pese a que seguramente tenga más potencia. Mazda no ha adelantado aún información sobre los motores diesel ni sobre el equipamiento. Lo hará durante su presentación oficial en el próximo Salón de Ginebra.