Los grandes fabricantes de automóviles volvieron a registrar fuertes retrocesos de sus ventas en los Estados Unidos durante abril, en comparación con el mismo mes del año pasado, en el marco de un sector en crisis.

Chrysler, que acaba de acogerse a la ley de quiebras, reportó la caída más fuerte, con un retroceso del 48%, hasta 76.682 unidades. La dirección estimó que las partes de mercado que posee el fabricante estadounidense eran "bien superiores a lo esperado", lo que da al grupo "una razón para ser optimista", tras haberse declarado en quiebra el jueves último.

El mercado "parece haberse estabilizado si se mira el nivel de los últimos cuatro meses", señaló el vicepresidente Jim Press. "Ahora conocemos el fondo y, a medida que la economía se encamine, las ventas deberán continuar", destacó.

Por su parte, General Motors informó un retroceso del 34% en sus ventas de abril, hasta 173.007 unidades. Pese a esta disminución anual, las operaciones progresaron un 11% con respecto a marzo. "Desde el punto de vista de la venta minorista, GM y la industria en su conjunto conocieron en abril los mismos ritmos de venta que en febrero y marzo", comentó Mark LaNeve, responsable de ventas de GM en América del Norte.

Ford informó a su vez un repliegue de las ventas de 31,4% respecto de abril del año pasado, hasta 129.898 unidades. La firma del óvalo destacó que había retomado parte del mercado, por sexta vez en los siete últimos meses. El fabricante no precisó su parte en el mercado estadounidense. Finalmente, el japonés Toyota registró una caída del 42% en sus ventas de abril en Estados Unidos, hasta 126.540 vehículos.