En una investigación conjunta entre científicos de los Estados Unidos e Israel, se logró introducir genes en el trigo que mejoran su contenido en proteínas, zinc y hierro.
Esto favorecería la alimentación de 2.000 millones de personas de los países en desarrollos, donde las carencias alimentarias provocan enfermedades por la ausencia de estos elementos.
Según los investigadores el zinc, hierro y las proteínas estarían presenten en el trigo en forma silvestre, pero al parecer el gen que los contiene se perdió con la domesticación del cultivo.