Por Carlos Nasif
La Rural motorizó el crecimiento de la ganadería
4 de agosto de 2010
Terminó la 124º Exposición Rural de Palermo y algo quedó muy claro.
El resurgir de la ganadería sigue consolidándose. La muestra palermitana fue positiva en todos los aspectos, porque dejó ver que la genética no decayó a pesar de la crisis del último lustro; que la inversión se multiplicó y que la convivencia entre el campo y la ciudad sigue sin fisuras, más allá de las desavenencias del sector.
Como hemos venido contando en este espacio, lo mejor de la ganadería se exhibió en estos 13 días que duró la exposición. Todas las especies mostraron un desarrollo y evolución que permite sostener el negocio agropecuario más allá de la coyuntura.
Los jurados destacaron la calidad de los animales y aunque siguen dominando los clásicos cabañeros a la hora de elegir los mejores, la cantidad y calidad de los ejemplares hace pensar que para mantener esa tendencia se tendrán que esforzar bastante quienes hoy son dueños de los mejores animales.
Lo económico no se quedó atrás. La raza Brangus se llevó el precio mayor de la exposición con una inalcanzable cifra de 235.000 pesos por el Gran Campeón Macho. Para muchos analistas este monto fue exagerado, pero a la hora de evaluar y valorar un reproductor nada es imposible. Después vinieron los caballos de Polo con 150.000 pesos y 140.000 por ejemplares macho y hembra, respectivamente. El Gran Campeón Macho Hereford se vendió en 71.000 pesos y por un ternero Campeón Aberdeen Angus se pagó 40.000 por la mitad de su propiedad.
De todos modos, más allá de estos números que ya ingresaron en las estadísticas de la Rural, el análisis más profundo que se hizo de estas ventas de Palermo es que si se las compara con las del año pasado se multiplicaron la cantidad de ofertas, de animales que salieron a venta y el valor alcanzado. En muchos casos se duplicó el precio del reproductor, lo mismo que sucedió con los precios del ganado en pie que se ofrece en el Mercado de Liniers para faena.
Esto tiene muy motivado a los cabañeros, que ven como puede comenzar a invertir para mejorar sus establecimientos, incorporar nuevas madres y recuperar el terreno que perdieron en los últimos 5 años.
Cuando se los consultan están satisfechos, pero saben que casi todo pende de un hilo y que un paso en falso puede retrotraer todo a foja cero. Se espero que el impulso de la ganadería ya no se detenga y hay muchos factores que pueden influir para que esto ocurra.
El termómetro de la ganadería se va ahora al interior. Comienza la temporada de remates de invernadas y las cientos de exposiciones rurales del interior que reflejan el pulso del sector en cada zona. Mas que nunca estarán bajo la lupa, para saber si la tendencia que comenzó en Palermo se mantiene.
Por su parte, la muestra rural de Palermo bajó el telón, una vez más con saldo positivo en todo sentido.