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Por Carlos Nasif
¿Cuánto cuesta llegar a la Rural?
29 de julio de 2009
Ya es un sello internacional la importancia que tiene la Exposición Rural de Palermo como muestra de reproductores, comercio e industria.
Su atracción es tal que año tras año quedan listas de espera con posibles participantes de la expo, en la que compiten casi 2.000 ejemplares de distintas especies.
Pero no sólo es complicado llegar a Palermo por la gran demanda que genera entre los criadores. También lleva un proceso en el campo y en los 12 días que dura la exposición que exige contar con los recursos, que no siempre se recuperan.
En una charla con Mario Ramón Sívori, dueño del toro Ramón, el primero que llegó a Palermo, se descubre otro mundo de esta exposición, el que podría llamarse “la cocina” en el que todos tienen sus contratiempos y comienzan a forjar sus sueños.
“Todos nuestro animales comenzamos a prepararlos desde que nacen, aunque no todos llegan a Palermo. Obviamente, llevamos el que tiene mayor aptitud, por genética, por contextura y por cualidades de la raza”, sostuvo Sívori, propietario de la cabaña Don Rodolfo, de Carmen de Areco.
Sívori llegó con tres animales a la muestra. La hermana de Ramón ya fue segunda en su categoría y el viernes será el turno de participar al afamado toro que lleva el nombre de su dueño.
¿Cómo se preparó Ramón para llegar a la Rural? “En los últimos 15 días se decidió. Hasta ese momento no venía, lo que ocurrió es que el otro toro que iba a venir no se puso tan bien como Ramón y por eso decidimos el reemplazo”, dijo.
Para Sívori preparar Ramón le costó unos 12.000 pesos y permanecer los 12 días de las muestra con los tres animales “entre 1500 y 2000 dólares”.
Uno imagina que son costos que se recuperan con la venta del reproductor, pero en el caso de Sívori, que comenzó en 2001 su actividad ganadera, “no pienso venderlo porque no se paga lo que vale”.
La historia de Mario Sívori es similar a la de muchos cabañeros que llegaron a Palermo con la ilusión de llevarse la máxima cucarda, la del gran campeón. En el caso de él, ya estaba orgulloso con el segundo puesto obtenido con la hermana de Ramón, pero se ilusiona: “Le tengo mucha fe a Ramón, por su categoría y por lo que vi en el resto de sus rivales”.
Preparar un animal para Palermo no es para cualquiera y la historia de Sivori, aplicable al resto de los cabañeros es una experiencia de la ganadería. En un escalón más abajo se puede ubicar los equinos, luego los bovinos y, quizás, las más sencillos de preparar sean las aves.
Palermo renueva su atracción todos los años y se convierte en el mayor polo de atracción de miles de seguidores. Por eso será que para los criadores es el mayor desafío del año y nadie se lo quiere perder, cueste lo que cueste.
Su atracción es tal que año tras año quedan listas de espera con posibles participantes de la expo, en la que compiten casi 2.000 ejemplares de distintas especies.
Pero no sólo es complicado llegar a Palermo por la gran demanda que genera entre los criadores. También lleva un proceso en el campo y en los 12 días que dura la exposición que exige contar con los recursos, que no siempre se recuperan.
En una charla con Mario Ramón Sívori, dueño del toro Ramón, el primero que llegó a Palermo, se descubre otro mundo de esta exposición, el que podría llamarse “la cocina” en el que todos tienen sus contratiempos y comienzan a forjar sus sueños.
“Todos nuestro animales comenzamos a prepararlos desde que nacen, aunque no todos llegan a Palermo. Obviamente, llevamos el que tiene mayor aptitud, por genética, por contextura y por cualidades de la raza”, sostuvo Sívori, propietario de la cabaña Don Rodolfo, de Carmen de Areco.
Sívori llegó con tres animales a la muestra. La hermana de Ramón ya fue segunda en su categoría y el viernes será el turno de participar al afamado toro que lleva el nombre de su dueño.
¿Cómo se preparó Ramón para llegar a la Rural? “En los últimos 15 días se decidió. Hasta ese momento no venía, lo que ocurrió es que el otro toro que iba a venir no se puso tan bien como Ramón y por eso decidimos el reemplazo”, dijo.
Para Sívori preparar Ramón le costó unos 12.000 pesos y permanecer los 12 días de las muestra con los tres animales “entre 1500 y 2000 dólares”.
Uno imagina que son costos que se recuperan con la venta del reproductor, pero en el caso de Sívori, que comenzó en 2001 su actividad ganadera, “no pienso venderlo porque no se paga lo que vale”.
La historia de Mario Sívori es similar a la de muchos cabañeros que llegaron a Palermo con la ilusión de llevarse la máxima cucarda, la del gran campeón. En el caso de él, ya estaba orgulloso con el segundo puesto obtenido con la hermana de Ramón, pero se ilusiona: “Le tengo mucha fe a Ramón, por su categoría y por lo que vi en el resto de sus rivales”.
Preparar un animal para Palermo no es para cualquiera y la historia de Sivori, aplicable al resto de los cabañeros es una experiencia de la ganadería. En un escalón más abajo se puede ubicar los equinos, luego los bovinos y, quizás, las más sencillos de preparar sean las aves.
Palermo renueva su atracción todos los años y se convierte en el mayor polo de atracción de miles de seguidores. Por eso será que para los criadores es el mayor desafío del año y nadie se lo quiere perder, cueste lo que cueste.