Por Carlos Nasif
Nuevos récords en la Rural para el cierre de la muestra
5 de agosto de 2008
Lo que los analistas preveían para las ventas de reproductores de la 122º Exposición Rural de Palermo se dio, pero aún más catastróficamente. Pocos antecedentes se recuerdan sobre este dato: el mayor valor alcanzado en toda la exposición fue para un caballo, en este caso de la raza Polo, una hembra, en 90.000 pesos.
Esta especie está acostumbrada a precios elevados en Palermo y, casi siempre, cercano al de los bovinos, pero esta vez fue más allá y se quedó con el número uno.
Inclusive el segundo mejor precio del Polo, un macho en 65.000 pesos, estuvo por encima de las principales razas bovinas, toda una rareza en el negocio del campo.
Pero hay más, tanto los Hereford como los Angus tuvieron caídas de casi el 50 por ciento comparado con el año pasado. El indicar es elocuente sobre la crisis ganadera.
La muestra rural de Palermo cerró sus puertas en forma brillante, mostrando lo que es el campo, lo bueno y lo malo y tuvo una aceptación del público en todo su esplendor.
El Gran Campeón Macho de la raza Hereford fue pagado $ 50.000, el mismo precio que el Angus. En general los remates tuvieron como características valores muy por debajo de los del año pasado y poco interés. Por citar un caso, el precio máximo por un Hereford en los últimos dos años superaron los 120.000 pesos.
Se viene la temporada de remates en todo el país y, a menos que haya cambios abruptos en el Gobierno, la tendencia puede ser la misma. Frente a las crisis se habla de oportunidades. ¿Será este año el momento de invertir a futuro en ganadería?
La Rural cierra sus puertas con saldo positivo. Mucho público, excelencia en las razas presentadas, un mayor número de animales que otros años y ese entusiasmo es el que invita a soñar con un desarrollo.
Son pocas las acciones negativas que se dieron en esta expo, considerada una de las más importantes del mundo para el sector rural. En todo caso, el reflejo del sector se vio no sólo en los magros precios, sino también en el ánimo del hombre de campo, que no se cansó de expresarse en contra de todo lo que lo está afectando, como nunca lo hizo.
Y tal vez como una señal de lo que fue esta muestra, el cierre también incluyó una fiesta equina, como para reforzar la idea de que la industria del caballo está creciendo.
Primero la del deporte nacional, muy poco difundido, el Pato, y luego una fiesta de la tradición, el entrevero de tropillas, de todo el país, de todos los pelajes, como para cerrar una muestra brillante con la luz propia que se merece.
Se viene una transición en la Sociedad Rural Argentina, con una renovación de la administración de la centenaria entidad que se producirá en los próximos meses, pero como se ha dicho desde esta misma columna, difícilmente se cambie el rumbo y en un año esta muestra volverá a ser la vidriera del campo en la ciudad, como lo fue siempre.