Por Carlos Nasif
La cara y ceca del campo con diferencia de horas
7 de abril de 2008
Más allá de contemporizar, el Gobierno sigue subiendo la apuesta y vuelve a provocar al campo.
El reloj imaginario que indica las horas que le quedan a la cada vez más endeble tregua en el conflicto entre el campo y el Gobierno corre a mayor velocidad y cada día que pasa aproxima más a un nuevo paro que a la solución definitiva del problema.
No conformes con provocar y descalificar a la gente de campo, el Gobierno ahora volvió a tocar la estructura de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y puso como presidente de ese organismo a un discutido funcionario, Ricardo Echegaray, recientemente renunciado de la Aduana. Claro, si que esperan algún puesto para el destacado y eficiente Alberto Abad, es sólo una ilusión.
Tras esta decisión, aceptada porque en definitiva es un atributo del Estado asignar ese puesto, es cuestionada por la importancia del organismo y los antecedentes del funcionario. También se criticó en su momento cuando fue desplazado Marcelo Rossi por el hoy ex titular de la Oncca, José Portillo.
Pero también está el tira y afloje del ya famoso diálogo. Que el Gobierno aspira que haya un pedido de las entidades y éstas esperan el llamado de los ministros. Y el tiempo pasa.
Mientras tanto, el mundo sigue dando muestra de oportunidades para la carne argentina. En España murieron dos personas por el “Mal de la Vaca Loca”, una enfermedad que no tienen nuestro rodeo. Esto, sin duda, será un disparador para todo el continente europeo y un cierre de fronteras comerciales. Hacía 3 años que no se producían casos de estas características.
Para la Argentina, que nunca tuvo esa enfermedad, es una oportunidad de llegar a esos mercados. Pero parece difícil. La política agropecuaria del país es hacer perder oportunidades y tener contenido el sector a una provisión de alimentos a precios sociales, cueste lo cueste. Ocurre con la carne, lo mismo con la leche y ahora le apuntan a los granos.
El reloj de la tregua sigue corriendo y pocos se atreven a asegurar que antes de fin de mes, cuando haya vencido el plazo fijado por el campo para encontrar una solución amplia a los problemas del sector se encuentre esa salida. Otro tire y afloje ha comenzado.