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21 de noviembre de 2024
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Por Carlos Nasif
El 2007 para el campo: la incertidumbre es la mayor certeza
22 de diciembre de 2006
Luego de un año en la que se cruzaron factores sobre el negocio agropecuario que hacen más difícil evaluar los resultados del 2006, la sintonía fina para el 2007 muestra que otra vez la incertidumbre domina la escena.

Está terminando la campaña de trigo, con una cosecha que supera las 13,5 millones de toneladas. Aún no se vislumbra una recuperación en este cereal para retomar los valores históricos de 17 millones de toneladas que podrían permitir un mayor volumen de exportación y cubrir tranquilamente el mercado interno.

Pero aún persisten señales negativas sobre el cielo del campo, que no alientan al productor a volcarse con mayor intensidad para mejorar la producción con un incremento del área sembrada y mayor tecnología.

El clima ha jugado a favor en el último trimestre de este año, con lluvias oportunas que permitió mejorar la cosecha de trigo y tener buena humedad para la siembra de soja, maíz y girasol.

De todos modos lo que domina en este momento el ánimo del sector es la incertidumbre, no sólo por saber si se aumentarán o no las retenciones, sino por el verano caluroso que anticipa el informe de clima de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, especialmente en enero, donde recomiendan tener mucho cuidado con los cultivos.

En el campo se decide paso a paso, por lo que la intención para la campaña del año próximo sólo se conocerá después de mayo. En estos cinco primeros meses del año se esperará el desarrollo de los cultivos y se ojeará el Boletín Oficial para saber que están pensando en Casa de Gobierno.

Ya se sabe que el 2007 es otro año de limitaciones a las exportaciones ganaderas, es decir que es poco probable salir a ganar nuevos mercados. La producción de carne difícilmente pueda recuperarse porque este 2006 fue un año especial con todas las medidas implementadas, aunque algunos datos privados revelen que la faena de hembras se haya reducido.

Y aún hay muchos temas conflictivos por resolver. ¿Qué pasará con el mentado tema de las regalías en granos, que hace por los menos 3 años está en debate? Las posiciones siguen encontradas y como el INASE inoperante y los conflicto desbordados por otras cuestiones, aún no estalló con fuerza el debate por el uso de semillas.

En medio de tanta incertidumbre, aún hay quienes se fijan a corto plazo el objetivo de llegar a las 100 millones de toneladas de granos. No se trata de la utopía de los sueños, sino de una síntesis de lo que es la actividad en el campo.

Lo habíamos dicho ya en esta misma columna: el hombre de campo sólo quiere producir más y esa es su meta año tras año.

Le pondrán como zanahoria nuevas tecnologías para seducirlo; tendrá a disposición recursos para seguir sembrando o, simplemente, desafiará sus propias fuerzas.

No obstante, los vaivenes de un año particularmente complejo por su condición de electoral, con todo lo que ello significa, es la valla que marcará el ritmo de la producción junto con el comportamiento del clima. De todos modos, en este último caso es indominable, o en todo caso lo que estamos haciendo es volverlo más imprevisible.

Por ello, cuando un negocio necesita de certezas para proyectar a mediano o largo plazo, el campo deberá esperar un año más para saber si podrá contar con esa herramienta.