La Unión Europea aprobó el uso en alimentación humana en sus países miembro del maíz GA21, que en la Argentina ya cuenta con la autorización para su omercialización desde 2005, y lo notificó a la Secretaría de Agricultura.
El año pasado un barco con maíz argentino había sido detenido en España por contar con este cereal en una pequeña proporción, hasta ese entonces prohibido para el consumo humano, y eso hizo que su uso también se inhabilitara en la Argentina hasta tanto se
resuelva el conflicto.
La Unión Europea es el principal cliente en el exterior del maíz argentino y su demanda de este cereal está en aumento.
La posibilidad de incrementar la producción de maíz a través del uso de una nueva tecnología generaría más recursos para el sector y esto redundaría en mayores beneficios para el país.
Asimismo, la Argentina es el segundo exportador mundial de maíz, con embarques por unas 12.000.000 de toneladas cada año.
Este avance en la legislación de la Unión Europea, además, abre las puertas para el progreso tecnológico de los cultivos en la Argentina, ya que podrían autorizarse el uso de otros eventos que Syngenta, propietaria del GA 21, presentó ante las autoridades de la Secretaría de Agricultura.
Se espera una rápida aprobación de la tecnología apilada en granos (Bt11xGA21), que confiere simultáneamente tolerancia a lepidópteros (Gusano Barrenador) y al glifosato.
Este evento acumulado ya se encuentra en sus últimas etapas de evaluación por parte de la Secretaría de Agricultura.
Estas herramientas múltiples de la tecnología amplían el rango de control de insectos y plagas y mejoran el manejo productivo de los cultivos, haciendo más eficiente el uso del nitrógeno, aumentando la tolerancia a sequía, y favoreciendo la producción de
etanol, entre otros logros.
Todo esto, sin duda, conduce a un continuo aumento de la competitividad de la producción agropecuaria.