Se concretó la primera exportación de cerezas a los Estados Unidos desde la Patagonia. Se trató de un embarque de 300 toneladas que fueron enviadas por avión y por barco. El monto del negocio ascendió a los 2 millones de dólares.
Este envío se pudo cerrar debido a que la Patagonia cuenta con un status diferenciado sanitariamente y está libre de la enfermedad de la Mosca de los Frutos.
Con la apertura del mercado norteamericano se abren nuevas perspectivas para la fruta fina de la región, que puede ofrecer en contraestación un producto diferenciado en un mercado interesado y con muy buenos precios.